La falta de mantenimiento adecuado en los puentes da lugar a problemas de funcionalidad y seguridad que pueden ser graves: limitación de cargas, restricciones de paso, riesgo de accidentes, riesgo de interrupciones de la red..., y a un importante problema económico por el acortamiento de la vida útil de las obras.
El patrimonio de puentes construidos en España, de
ferrocarril y de carretera, ronda las 50.000 unidades, de los cuales
aproximadamente un 80% son de hormigón estructural.
Las causas y razones más comunes por las que es necesario el
mantenimiento de un puente son:
- Errores en el proyecto.
- Errores durante la construcción, vigilancia, mantenimiento o reparaciones inexistentes o inadecuadas.
- Materiales inadecuados o deterioro y degradación de los mismos.
- Variación con el tiempo de las condiciones de trafico (cargas y velocidades).
- Acciones naturales de tipo físico, mecánico o químico (intemperismo).
- Acciones accidentales, terremotos, avalanchas, inundaciones, explosiones, impacto de vehículos con elementos estructurales del puente.
- Alcanzar la vida útil teórica del puente.
- Propio uso.
Los datos
disponibles al respecto nos pueden dar una orden de magnitud sobre el peso que
tiene cada una de las causas y razones en la formación de patologías.
Un estudio reciente en España de la entidad aseguradora
ASEFA concluye que los daños más habituales se deben en la mayor medida a
defectos durante las fases de proyecto y ejecución, las dos primeras causas en
el listado anterior.
Figura 1: Reparto
causa de daños según procedencia.
Otro punto importante a tener en cuenta es la edad
de los puentes, y no necesariamente porque han alcanzado su vida útil. La
ingeniería ha evolucionado mucho, tanto en el área de proyectos como de
construcción, y el control que se ejerce hoy es mucho mayor que hace 50 años. Por
ejemplo, a finales de los años 50 y principios de los 60, época típica de los
tableros de viga en PI de hormigón armado de la Colección oficial, la calidad
del hormigón dejaba mucho de desear. Hoy día el diseño de los puentes contempla
una vida útil de 100 años, no siempre fue así, y un diseño para una vida útil
de 50 años fue una práctica muy normal.